En cambio los pro-vida sólo queremos la vida y dignidad de todo ser humano, desde su inicio, en la concepción, hasta su fin natural. Cuando de ningún modo nosotros aceptamos el asesinato, ellos lo justifican, pero el insulto de 'nazi' lo recibimos nosotros. Ahora bien, veamos que dejó escrito Adolf Hitler en su famosa obra Mein Kampf: "Es imperativo de hacer a los seres defectuosos la procreación de una descendencia también defectuosa, es un imperativo de la más clara razón." Cuando estos ideólogos progresistas de la cultura de la muerte piden el asesinato legal de niños porque nacerán en la pobreza, o porque es hijo de un violador, o porque el diagnóstico prenatal anuncia que el bebé tiene síndrome down, o porque es una mujer que nacerá en una cultura que quiere a hombres como primogénitos, las palabras de Adolf vuelven a repetirse, la coincidencia en los discursos no es anecdótica ni un recurso discursivo, sino la cruda realidad.
Les dejo este cartel para que compartan con sus contactos.
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