sábado, abril 09, 2011

Sobre idiotas, estúpidos y genocidas



Hace mucho que no escribo en este espacio, pero hoy es uno de esos días donde las noticias sobrepasan la tolerancia a la idiotez, a la estupidez, pero no a la torpeza, pero no me voy a detener en un análisis distinguiendo lo torpe de lo estúpido, sólo mencionar que lo último desencadena en muerte y no precisamente del que hace algo idiota sino de cualquier persona que tiene la mala suerte de ser víctima de las decisiones tomadas con el pleno uso del derecho a pensar, si se le puede llamar pensar a las conclusiones estilo “le duele la cabeza, entonces aborte”, “tiene problemas con su novio, entonces aborte”, “que la iglesia católica se opone al aborto, entonces aborte”.
Me entero de una solicitada publicada en algunos diarios de este amado país, Argentina, bajo el título “Aborto legal, una deuda de la democracia”. Más allá de que todo individuo tiene la libertad de pensar lo que quiera, de actuar como idiota o dársela de genio, esta sociedad viciada y corrompida en lo poco que puede pensar fuera de sus comodidades, incomodidades y caprichos, esta definición son una de aquellas que sorprenden y dejan en shock ante la comparación y exigencia.
¿Es necesario remitirse a los genocidios, a las dictaduras para recordar qué es la auténtica democracia?
Hace unas semanas fue el día de la memoria para conmemorar las violaciones de los derechos humanos en la última dictaduras. Y duele recordar que muchos que han conmemorando con justificado dolor a sus hijos, familiares y compañeros desaparecidos en esos años, han puesto su firma con puño y letra a esta barbarie que valora al genocidio estatal de indefensos como un derecho que debe proteger la democracia.
Toda la vida pensé y abracé que el mejor sistema de gobierno debe proteger la vida del ser humano sin ningún “pero”, la protección de la vida es la base de todo derecho y su justificación, no debe existir el derecho por el derecho en si mismo, a menos que como muchas palabras actuales, sólo sea una etiqueta de buenas intenciones sentimentalistas para creernos muy buenos y maquillar toda la mierda que se suda.
El manifiesto se sustenta con tres argumentos tan falaces como sloganes publicitarios de mercachifle barato:
-”La despenalización del aborto es un tema de la justicia social”
Más que ser un tema de justicia es un tema de complicidad, como decir “todos arrojemos piedra a la prostituta, así la culpa compartida se disuelve y pesa menos”. Al argumento lo acompaña el comentario que resalta “Condena a la muerte a ciento de mujeres por año” es verdad, pero o son hijos de puta (con perdón a sus madres que deben ser unas santas, pero la conducta de estos las rebaja) o en verdad son voluntariamente idiotas, como confirma la misma solicitada más abajo “la realización de alrededor de medio millón de abortos por año”, es decir, que si estimamos que la proporción de nacimientos de hombres y mujeres es de un 50% (aproximado), por lo tanto hay alrededor de doscientos cincuenta mil (250.000) mujeres condenadas y ejecutadas al año por aborto, cifra que se olvidan las dudosas estadísticas que sólo intentan contar a las mujeres que se exponen a la intervención genocida y no cuentan a las que son abortadas. Es muy evidente que las mujeres son antes de nacer, no nacen primero y después son mujeres, o la genética y otras disciplinas están equivocadas en todo lo relacionado a los cromosomas X e Y (aunque la ideología del género está peleando muy fuerte para imponer la idea de que la mujer es una elección personal).
-”La criminalización del aborto no impide su práctica”
¿Cuál artículo del código penal ha impedido un crímen? La violación está criminalizada, pero sin embargo hay violaciones todos los días. Los robos están criminalizados, sin embargo ocurren todos los días. Por lo tanto, siguiendo la linea argumental de los abortistas, tiremos abajo el código penal, olvidemos que existe, derrumbemos a las cámaras de justicia porque jamás ha impedido que se viole, asesine, robe.
-”La legalización no obliga a nadie a practicarlo”
Já! que falso y mal intencionado. Quizás hayan mujeres que se someten a este particular asesinato cual cirugía plástica. Pero estas personas no ven la lucha de los médicos y personal sanitario, como sucede en Europa y Estados Unidos, para que respeten su objeción de conciencia y evitar listas negras que limitan sus posibilidades de obtener trabajo. Estos genocidas no piensan en que el que debe practicar el aborto es un médico y un grupo de profesionales, muchos de ellos obligado bajo la pena de perder su empleo. También se olvidan de la palabra “coacción”, de las situaciones sociales, culturales, económicas y ambientales que fuerzan a las mujeres a "someterse" (no practicar) este asesinato.
-”Un estado laico y democrático debe garantizar... (bla, bla, bla)... el derecho a la salud integral de las mujeres”
De acuerdo en un doscientos por ciento, si le hubieran agregado “de los hombres también” ya estaríamos hablando de lo mismo. Pero volviendo a la “salud integral de las mujeres” ¡¿Cómo esperan que el Estado brinde la salud integral de las mujeres si le están pidiendo que también las mate cuando están en el vientre de su madre?! Absolutamente estúpido, ilógico, la salud, como la justicia, debe garantizar la vida de todos, el embarazo jamás fue una enfermedad, es un estado natural de las mujeres, está en sus capacidades, o el asesinato es un remedio a la enfermedad llamada vida. Claro que ya han lavado el cerebro con la frase “Salud Reproductiva” cuando en verdad, en la práctica dicha salud es evitar por todos los medios la "reproducción" es decir impedir que las mujeres tengan hijos hasta sobrepasar cualquier límite, incluso llegar al homicidio.
Y por último dicho manifiesto remata con “Salud sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, qué más queda aclarar a esa parte de la sociedad que canta himnos a su equipo favorito pero ni siquiera saben qué está cantando. “Salud sexual” lo único que permite es decidir es qué posición, por donde, qué juguete y qué tipo de anticonceptivos usar. “Anticonceptivos para no abortar” muchas van a las clínicas porque los anticonceptivos fallaron o porque no les vino en gana usarlos o informarse si son abortivos. “Aborto legal para no morir” esto es como decir “Automóviles 50% seguros, seguridad total para el piloto” en el aborto siempre muere un ser humano, sea mujer o del otro sexo que parece que ha perdido todo derecho e identidad fuera de la palabra género, el aborto es muerte, o quizás ya tienen la cabeza tan quemadas que llegan a creer “Un tiro en la cabeza para no morir”.

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